Cuba
Díaz-Canel responde a Estados Unidos por advertencia sobre la represión a nuevas protestas en Cuba
Un manifestante fue condenado a 10 años de cárcel.El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, está al frente de la ofensiva gubernamental en contra de cualquier expresión de descontento popular, mientras Estados Unidos prepara nuevas sanciones si La Habana reprime la marcha convocada para el próximo 15 de noviembre.
El mandatario cubano acusó a Washington de "soberbia, prepotencia y frustración" por su postura frente a la política interna de la isla, y señaló que existe financiamiento para un "esquema desestabilizador" contra el gobierno que heredó el poder de la revolución de Fidel Castro.

Por su parte, el Canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, también rechazó las declaraciones de un alto funcionario del Gobierno de Estados Unidos y reafirmó que la isla no quedará impresionada por las amenazas de Washington, aunque no mencionó el nombre del funcionario al que se refiere, ni especificó qué tipo de amenaza se habría lanzado.

El director general de Asuntos de Estados Unidos de la Cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, culpó a Washington de organizar la manifestación opositora en la isla, una movilización convocada en 8 de las 16 provincias de la isla sin reconocimiento del Gobierno cubano, que rechazó el permiso alegando que buscan generar inestabilidad y crisis en el país.
Un cubano que participó en las protestas callejeras en julio pasado fue condenado a 10 años de cárcel, y este es el castigo más severo hasta ahora para cualquiera que desafió al Gobierno, según informaron sus familiares y un grupo de derechos humanos.

La sentencia contra Roberto Pérez Fonseca, de 38 años, fue dictada por un tribunal de San José de las Lajas, localidad a 35 kilómetros de La Habana. Alrededor de 1.130 personas fueron arrestadas y más de la mitad de ellas permanecen en la cárcel, dice el grupo de derechos humanos Cubalex.

El 11 y 12 de julio miles de cubanos salieron a las calles de unas 50 ciudades gritando “libertad” y “tenemos hambre”, para protestar por las duras condiciones de vida y la represión gubernamental, en una actividad de descontento popular que remonta sus precedentes a la revolución cubana de 1959.